Ruido. Ruido y voces a todas horas, ruido y voces en cualquier lugar. Algunos estudios sostienen que España es el país más ruidoso de Europa, que los españoles somos los más gritones del continente. Cuando viajamos al extranjero y subimos a los autobuses urbanos cargados de gente podemos cerrar los ojos y sentir que viajamos solos. En España ocurre lo contrario: cinco hablando parecen un centenar. De ahí que los guiris, cuando se les pregunta por España, hablen a base de estereotipos: tortilla, pescaíto frito, botellón, fiesta, feria de Málaga, San Fermines… Todo equivalente a multitud, algarabía, ruido, decibelios. Los españoles nos dejamos la laringe en los restaurantes, tal vez porque habremos aprendido que aquí, en España, el que habla más alto es el que lleva la razón. Siempre hemos confundido la cantidad con la calidad. Aplaudimos al que grita quizá porque la aguja de sus decibelios persuade más que la calma, la frialdad y la prudencia del que habla a...
La sal en la herida