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Mostrando entradas de mayo, 2013

Desde lo alto

El avión despega y gana altura, un individuo contempla las parcelas de terreno, adheridas unas a otras, como un collage remendado por un artista consagrado. El mundo empequeñece, el individuo se apropia del don de la ubicuidad, se entroniza y, con el cetro de los dioses, contempla las criaturas como animalillos desperdigados en la arena, unos labrando la tierra, otros huyendo despavoridos, y la mayoría dejando pasar el tiempo. Desde la altura se vislumbran hileras difuminadas procesionando hacia los hormigueros. Siente el individuo lástima de los párvulos especímenes, ajándose muchos de ellos al sol de la canícula, y en el invierno subyugados por la lluvia y por la nieve. Y todos sudando los cueros para subsistir a duras penas en este valle de lágrimas. Siente piedad, misericordia de ellos, y de repente evoca las palabras de quien murió por escarnio desde lo alto. Las comprendió al instante. Perdónales, porque no saben lo que hacen. Esa mirada, piensa, es el privile

La memogracia

Es una pena que aún resten más de dos años para que los neofranquistas salgan pitando por la puerta falsa. Si lo hicieran antes sería señal evidente de que aún había más fondo que alcanzar, y eso ya es un decir. Lo más angustioso es que, tal como pintan las cosas, vendrán otros de la misma calaña y volverán a restituir lo que el viento facha se llevó, y así viviremos, en un constante toma y daca, en un tira y afloja, en un progreso y retroceso que está lastrando las ilusiones de varias generaciones. Se va a aprobar la séptima ley educativa de la democracia, y de nuevo sin consenso. No se ha consultado a los profesores, a los centros, a los ciudadanos. Los sindicatos, los partidos políticos de la oposición, la comunidad educativa rechaza la Lomce. Igual que la ley del Aborto, la ley de Educación va a ser impuesta tiránicamente en este país. 185 lameculos, 185 ladrones legales del erario público se van a imponer a la voluntad de millones de ciudadanos. Unos

Los hijos del Gafitas

Volvemos a constatar la doble moral, la bajeza y la ruindad de espíritu de los mequetrefes, de los imbéciles que nos gobiernan. Estamos a punto de aniquilar el progreso, en materia de aborto, experimentado en los últimos 30 años. Unos cuantos idiotas, comandados por el Gafitas, el ‘pseudo carca-progre’, van a legislar para que un feto, aun con malformaciones incompatibles con la vida, esté obligado a venir al mundo. Hecho que si sus padres desean es totalmente plausible, pero de lo contrario terminaría convirtiéndose en una condena que ellos, los únicos responsables de su concepción, no quieren aceptar. No hablamos de discapacitados o síndromes Down, perfectamente “capacitados” para vivir dignamente, sino de malformaciones incompatibles con la vida extrauterina que no podrán llegar a realizar acción humana porque no sobrevivirán. Los hijos son de sus padres, inevitablemente. Se conciben. Y es una concepción que no sólo participa del hecho de la fecundación,

Rebuznos

Al final habrá que digerir el vaticinio de Peter Weir en 1998 con El show de Truman : las redes sociales se han convertido en el nuevo Gran Hermano doméstico de nuestras vidas. Los usuarios han decidido hacer públicas sus vidas, hasta las más insólitas sandeces y vulgaridades se elevan a la categoría de panegíricos. Hay quienes se dedican a colgar la foto del perrito durmiendo en la cama; en otras ocasiones enmarcan el plato de jamón con guisantes que algún anodino ser coloca en el sagrario tecnológico como muestra de su vida insulsa y aburrida, y hay quienes no tienen reparos a la hora de anunciar en la red la muerte de un ser querido e incluso lanzan imágenes de santos y vírgenes invocando “desde la nube” la piedad o el milagro divino. Se dice también que hay que educar a los adolescentes para utilizar correctamente las redes sociales, que deben aprender a no filtrar datos e imágenes que pertenecen a la intimidad o a la vida privada, pero hay días que me

Un segundo

Ha salido de su casa, respirando el aire insuficiente que levita en los albores de los días anodinos. Ha extraído de su chaqueta la llave del vehículo. Accede al interior y se mira el arrebol en los espejos, se retoca el pelo recién lavado, recién secado y recién peinado para estar guapa un día más en la oficina. Comienza el viaje. Podría conducir con los ojos vendados porque realiza el mismo camino todos los días, es un camino corto y sencillo, no muy transitado porque se encuentra en una zona deprimida. Conecta la radio y escucha las noticias. El paro asciende a los seis millones, pero ella celebra percibir una nómina todos los meses. Parece que la crisis no va a afectarle, y se alegra, porque se casará en un mes. Luego vendrán los niños y las historias del día a día. La casa está a punto de ser habitada, sólo restan los últimos retoques, cortinas y cuadros. La semana que viene se pondrá con ellos. Por la tarde deben asistir, ella y su pareja, a los cursillos prema