Ir al contenido principal

Punto de inflexión

Llevo cuatro o cinco días de vacaciones y he decidido dar un poco de vida a esta especie de confesión personal abandonada ya desde hace algunos meses. Sigo sin hacerme a la idea de tener que estar en la inactividad durante dos meses, pero esto de ser profesor es lo que tiene, y los niños también necesitan desconectar después de los exámenes y el calor. Terminó el curso y ya me examiné de las oposiciones, aunque aún estoy a la espera de las calificaciones, pero la sensación que tengo es la de un profundo tedio estival en la soledad de un pueblo al que he vuelto al cabo de ocho meses y en el que cada día que pasa me siento como un extraño. No hay razones para ello, pero son los síntomas que padezco.
Tal vez la inmejorable experiencia docente en Córdoba sea culpable de estos azotes, aunque también hay otras causas más personales que podrían justificarlo. De todas formas he perdido el contacto con la actualidad de la localidad y la comarca. Si bien antes, por razones profesionales, debía estar al tanto de cuanto acontecía por estos lares, ahora me siento como el ser más desinformado de la zona. Si antaño me atiborré de crónicas políticas, ahora desconozco cuanto sucede en el Ayuntamiento de mi pueblo. Ni tan siquiera sé qué es de sus empresas, de sus empresarios, de sus trabajadores, de los que han venido a trabajar y los que se fueron por no encontrar trabajo.
He perdido el rumbo, el latido de una comarca por la que luché durante varios años y por la que ahora apenas tengo fuerzas suficientes para seguir añorando. No sé si el sentimiento es pasajero o definitivo, aunque tiendo a pensar que se trata de lo primero. Por eso decía al comienzo que estas vacaciones no me vienen bien. Habría deseado seguir entrando en las aulas y continuar disfrutando con los alumnos y mis compañeros de trabajo, pero soy consciente de que es un disparate decir esto. Trataré de marcharme lo más pronto posible de estas tierras, aunque uno nunca sabe cuál es el sentido de las idas y venidas, de las marchas y los regresos.
Creo que ha llegado el momento de actuar como Totó en la película 'Cinema Paradiso'. El viejo Alfredo le dijo que se marchara del pueblo, allí ya no había nada para él. Hay otros retos más lejos, y aquí siento la desazón de no poder seguir progresando. No hubiera querido pensar esto, pero comienzo a percibir que es lo más aconsejable. Ya no queda nada ni nadie por quien merezca la pena luchar.
Todo ha cambiado, mi mundo se resquebraja, mi concepción de los pueblos, de las ciudades, de los hombres y las mujeres, del amor y del trabajo, de los jóvenes y los mayores, de la religión y el nihilismo. Es como si flotaran en el aire las palabras que Jesús de Nazaret dijo a Nicodemo: "Es necesario nacer de nuevo".
Y tal vez se trate de eso: de una ruptura con el pasado y, como diría el poeta Khalil Gibran, atravesar la oscura senda de la noche antes de encontrar un nuevo alba. Habrá que nacer de nuevo, aunque aún desconozco si ya morí o aún debe venir el último hálito.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Salta la sorpresa en El Cerro de Andévalo: voto de castigo para el PSOE de Herófito Rodríguez

En varios círculos había escuchado que se avecinaba un voto de castigo sobre Herófito Rodríguez (PSOE El Cerro de Andévalo) por sus continuos cambios de siglas. Se comentaba, se rumoreaba eso. Ahora es una realidad. Los cerreños lo han castigado votando en mayoría al PP de Juan Manuel Borrero. Y no hay que olvidar la cantidad de votos nulos: ¡nada menos que 67!. Evidentemente, quien ganara, al sólo concurrir a los comicios dos partidos, lo haría por mayoría absoluta, y hasta 2011 el PP gobernará a su antojo en esta localidad. En el PSOE cerreño se dice que “el voto de castigo no ha sido para Herófito, sino para el pueblo, que lo va a pagar”. No creo que sea una forma bella de reconocer la derrota, pues si bien todo el mundo creía que ganarían los socialistas, también era normal prever que el voto se iba a bipolarizar en torno a dos sectores: los que se han llenado la barriga con Herófito, y los que han experimentado lo contrario. También es cierto que muchos votos de los antiguos miemb

Aspectos dialógicos, lingüísticos y otros pareceres acerca del Pleno del ayuntamiento y mis opiniones políticas

Sinceramente, me ha sorprendido bastante el modo en que los turnos de palabra se organizaron en el Pleno del ayuntamiento del pasado jueves. He asistido a muchos plenos, y en aquéllos las intervenciones no se interrumpían tanto con opiniones y pareceres como he observado en este último. He notado un lenguaje demasiado coloquial y a veces chabacano en las declaraciones de algunos concejales. Por otro lado, es cierto que el alcalde salía al paso de cualquier declaración con la que no estaba de acuerdo. Me pareció este pleno más un debate en cualquier bar del pueblo que una sesión política de representantes municipales. También estoy de acuerdo en que los concejales del PP deben intervenir y replicar con argumentos la tarea de fiscalización de la oposición. Observé al alcalde muy sólo en su tarea de respuesta. Algunos de mis lectores requieren mi opinión sobre la política cerreña actual, pero he de decir que mi opinión más mordaz sobre el equipo de gobierno y sobre la oposición, que tam

Impresiones estivales en 2007

Ha comenzado la temporada laboral 2007/2008, y aunque aún coletea el estío, comienza a extenderse el silencio en los pueblos a la inversa que en las ciudades. La despoblación se produce en tres fases: entrada de septiembre, comienzo del curso escolar preuniversitario (17 de septiembre) e inicio del curso universitario (1 de octubre). Cuando se consuman estas fechas sólo quedará el vacío en las zonas rurales. Atrás quedará un verano que nos deja a nivel nacional pocas novedades salvo la ya analizada polémica sobre “los intocables” Felipe y Leticia, que puso en evidencia la vuelta al absolutismo monárquico de la justicia española. También alarmó el incendio, en las islas Canarias, obra de un propio trabajador del Infoca con el objetivo de perpetuar su puesto de trabajo aunque sólo consiguió perpetuar su cadena. Y sobre todo la reciente muerte de Antonio Puerta, jugador del Sevilla. Lo más deprimente del fallecimiento del jugador es su edad, y el hecho de que el fatal desenlace se debió