En Monmartre, junto al Sagrado Corazón
A la salida nos recreamos en el espacio Dalí, donde anónimos pintores creaban fabulosos retratos y caricaturizaban al que se prestaba. Más tarde nos dirigimos a la avenidad de la Lujuria, donde se hallan el Cine X, las Sex Shops y el encumbrado Moulin Rouge.
Junto a Moulin Rouge
Seguidamente nos clavaron 50 euros en Disneyland París, cuyo castillo es verdaderamente fantasioso. Al menos mereció la pena su contemplación, no tanto como la cabalgata con los personajes de este mundo animado. A su cierre volvimos al hotel y cenamos en una pizzería muy solitaria. Quisimos volver a Chez Jeanette, pero estaba cerrando y terminamos en La Port de Monmartre, no muy lejos del Rex Club. De allí nos marchamos con la ilusión de que al día siguiente nevaría.
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